Durante muchos años tuve problemas de peso, a pesar de que siempre fui activo. Lo que no sabía era que me faltaban piezas clave: nutrición, hábitos sostenibles, entrenamiento real y, sobre todo, inteligencia emocional. Tampoco era consciente de lo mucho que afectaban mis primeras dos décadas de vida —marcadas por bullying, baja autoestima y una voz interna que no creía en mí.

Todo cambió cuando conocí a mi mentor. Con su guía, empecé a ver lo que no veía. Recuperé la confianza, aprendí a nutrirme, a entrenar con propósito, y a trabajar también mi mente. No solo bajé más de 70 libras, transformé mi cuerpo y estilo de vida: entendí que este cuerpo es la base para cualquier objetivo personal o profesional. Nada funciona si esto no está bien. Y aunque es un trabajo que nunca termina, es lo que me sostiene hoy.

Llevo más de 25 años ayudando a otros a encontrar su camino. El Sistema Óptimo Rendimiento es el resultado de esa experiencia. Hoy, con 50 años, tengo más claridad, energía y propósito que nunca. Acompaño a personas reales que quieren dejar atrás los ciclos de soluciones pasajeras y construir algo verdadero, que dure.